Precisamente, la metodología LEAN, que Roig ya aplica en todas las obras que inicia, se basa en una planificación y control de la producción extrema que, como consecuencia, mejora todos estos procesos, eliminando actividades que no agregan valor, permitiendo alcanzar resultados inmediatos en la productividad, competitividad y rentabilidad de la obra.
La eliminación continua y sostenible de desperdicios es el principal objetivo de LEAN
Para poder tomar decisiones que acaben con estas actividades que no añaden valor, el sistema LEAN identifica ‘7 + 1 desperdicios’:
1.- SOBREPRODUCCIÓN. Es decir, producir más de lo que el cliente requiere. Esto ocurre cuando hay una mala previsión o planificación de las necesidades.
2.- TRANSPORTE. Todos los movimientos de materiales deben contar con una logística para ser eficientes.
3.- TIEMPO DE ESPERA. No son más que tiempos muertos sin producir como una máquina parada esperando suministros, un operario sin nada que hacer, etc.
4.- SOBREPROCESADO. De actividades que no son necesarias y de las que se podría prescindir o que podrían simplificarse.
5.- EXCESO DE INVENTARIO. Que puede estar generado por la sobreproducción y hace que se pierda tiempo en mover el stock de un lado a otro.
6.- DEFECTOS. Producción de unidades defectuosas que no pueden utilizarse.
7.- MOVIMIENTOS INNECESARIOS. Cualquier movimiento que los trabajadores realicen sin aportar valor a su trabajo.
8.- TALENTO HUMANO. Es el desperdicio de habilidades y capacidades de los empleados por no situarlos allá donde sean más hábiles.
Lo realmente importante en cualquier proyecto debe ser el valor añadido
La implementación de la gestión de los desperdicios es fundamental para cualquier empresa que busca optimizar sus procesos, a través de un uso más eficiente de los recursos y materiales. Aplicado al sector de la construcción, nos permite aumentar no solo la productividad y reducir costes y tiempos, sino ofrecer una mayor calidad del proyecto final y contribuir a una construcción más sostenible.